HIPERVIAJES. A LA CAZA DEL MEJOR PRECIO

Los pueblos de alta montaña impresionan. Hay que tener amor y apego a la tierra para vivir en lugares inhóspitos y de acceso complicado. Destacaremos dos que tienen algo en común, a pesar de distar bastante kilómetros entre ellos. Por un lado tenemos a Tresviso, en Cantabria, cuyo unico acceso rodado se realiza a través de Asturias . Tresviso está a poco más de 800 metros de altitud pero la carretera viene de Sotres y alcanza cotas superiores a los 1300 metros, de modo que en cuanto nieva un poco se corta la comunicación. Hay una senda que permite acceder a la localidad de Urdón pero no es precisamente recomendable cuando se trata de subir una lavadora. Tresviso es un lugar hermoso con una elegante arquitectura y allí se produce queso picón, prácticamente idéntico al popular Cabrales. Para llegar a Tresviso hay que acceder por Arenas de Cabrales y Poncebos, de modo que la distancia a la capital de provincia es muy elevada. Además tiene municipio propio y todo. Me han comentado que

Recuerdo que cada vez que visitaba Madrid, lo primero que hacía al llegar era comprar la Guía del Ocio. Por muy poco dinero se lleva uno toda una enciclopedia del arte de pasarlo bien con infinidad de posibilidades desconocidas incluso para los lugareños. Ahora no hace falta llegar a una gran ciudad para comprar la guía en informarse . Internet nos pone todo el ocio al alcance de los dedos con sólo hacer click en el logo. Por mi parte, seguiré comprando la edición impresa porque es muy interesante para leer en el hotel y preparar las visitas. Ahí sale todo y muy bien explicado. Un enlace para añadir en favoritos por narices. Además abarca toda la geografía nacional, que ya es para alucinar. Así pués, se impone una visita.

En España solemos recurrir a la hostelería para acudir a la llamada de la naturaleza. En otros sitios puedes ir a McDonalds o Starbucks, aunque no siempre gratis, que en Francia puedes precisar de un código que viene en el ticket para abrir la puerta del lavabo. Normalmente se suele pagar en muchos países, por ejemplo Chequia, donde necesitas 20 céntimos para ir al servicio. Ahora en Londres, en la prestigiosa Oxford Street los cansados caminantes pueden ir al baño por un euro y medio (una libra) y disfrutar de los lavabos públicos más lujosos del mundo, con abundante espacio incluso para cambiarse de ropa y con plazas para maquillarse o arreglarse un poco. La verdad es que la iniciativa me parece espléndida. Si andamos bien de inglés, podremos navegar por su web en http://www.wc1.co.uk/ El precio es poca cosa para el servicio.