Millones de viajeros visitan cada año Tenerife y no todos hacen una de las excursiones panorámicas más impresionantes de Europa. Uno procede de Asturias y se piensa que ya lo ha visto todo hasta que se acerca a la aldea de Masca a través de la carretera que procede de Santiago del Teide, en el sur de la isla. La propia carretera es ya de por sí un espectáculo inenarrable que pone a prueba a cualquier conductor con su trazado enrevesado en el que resulta complicado cruzarse con otros coches y donde además nos podemos encontrar con autobuses que tienen que hacer maniobra en casi todas las curvas; el firme está en buen estado y hay que conducir con mucho ojo para no abusar del freno en los descensos, más aún cuando llevas un coche de alquiler que ha pasado por muchas manos. La carretera se financió con fondos procedentes de la emigración y puso fin al aislamiento de un pueblo que hace medio siglo funcionaba con economía de subsistencia sin utilizar el dinero sino el trueque. Según los...
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