Viena es toda una capital europea de alto coste y muy pensada para los locales o visitantes de alto poder adquisitivo. Hay muy pocas cosas gratis o baratas en Viena. No se trata de una ciudad fácil de andar y el transporte público se hace necesario para una visita completa; menos mal que el pase diario de transportes se paga por debajo de 5 euros y el agua de las fuentes públicas compite con la calidad de las embotelladas. Felizmente hay alguna visita a coste cero, como es el caso del Naschmarkt, el mercado de la ciudad, que no compite en calidad con el de la Boquería de Barcelona ni en elegancia con el Covent Garden de Londres, ni en amplitud con el de Bolhao de Oporto. Hoy el día este mercado se ha convertido en todo un espectáculo turístico y ha perdido parte de su función original. Más bien se trata de un área de restauración rápida y multiétnica. No hay mejores frutas que en un mercado andaluz ni mejores pescados que en cualquier supermercado portugués ni la variedad ...
Contacto: franciscomiranda@gmail.com para lo que haga falta.