Cuando salimos del avión y esperamos la llegada de las maletas nos alegramos mucho si aparecen y todavía más si no están deterioradas. Tengo mala suerte para esto y en los dos últimos vuelos me fastidiaron sendas maletas, una de ellas recién comprada. Como el mayor peligro es que se abran y que todo se desparrame y se pierda, aquí va mi consejo: Si no queremos riesgos, lo mejor es comprar cinta de embalar (por un euro te dan un rollo) y utilizarla para pegarla alrededor de la maleta, con unas cuantas vueltas en horizontal, vertical y hasta diagonal, si hace falta, de modo que aunque se rompa, nada se salga. Esto lo hacen en aeropuertos con una máquina pero sale más caro. Hasta nos podemos sacar una pasta en aeropuertos ofreciendo el servicio a la gente.
Para el vuelo de ida lo mejor es poner la dirección del lugar a donde vamos y no de donde venimos, ya que si nuestro vuelo es a Pekin y las maletas se pierden, volverán a Motilla del Palancar, por ejemplo, donde no nos servirán de nada. Así pues, irá bien colocar la dirección del hotel. Para el vuelo de vuelta ya podemos poner nuestro domicilio particular.
Para el vuelo de ida lo mejor es poner la dirección del lugar a donde vamos y no de donde venimos, ya que si nuestro vuelo es a Pekin y las maletas se pierden, volverán a Motilla del Palancar, por ejemplo, donde no nos servirán de nada. Así pues, irá bien colocar la dirección del hotel. Para el vuelo de vuelta ya podemos poner nuestro domicilio particular.
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