CON EL CARRO DE LOS EQUIPAJES DESDE EL AEROPUERTO DE FRANKFURT HAHN DIRECTO A LA HABITACIÓN DEL HOTEL.
La verdad es que suena muy bien y encima he tenido esa experiencia. Ha sucedido en el aeropuerto alemán denominado Frankfurt Hahn, que no es el auténtico aeropuerto internacional de Frankfurt sino que está a bastante distancia de esa ciudad, aunque muy convenientemente situado para acceder a muchos sitios de Alemania, como Colonia o Coblenza e incluso Luxemburgo.
Lo que era un aeropuerto militar se ha convertido en un importante “hub” de la aerolínea de bajo coste Ryanair. A Frankfurt Hahn se puede volar desde varias ciudades españolas, como es el caso de Santander. Una vez allí podemos elegir entre coger un coche de alquiler y tomar rumbo propio, subir a un autobús que nos lleve a una gran ciudad o bien tomar otro avión que nos lleve aún más lejos, con las ventajas que proporcionan las aerolíneas de bajo coste.
Como no se venden billetes combinados para estos vuelos, deberemos contar con un margen muy amplio si queremos enlazar o nos arriesgaremos a perder el vuelo y el dinero del billete. Si nos lo tomamos con calma, incluso podremos dormir en el hotel que hay en frente del aeropuerto, lo que nos supondrá un coste extra pero también nos permitirá llegar a destino muy descansados tomando un vuelo al día siguiente.
El aeropuerto de Hahn no es tan pequeño como los de Valladolid o Asturias pero tampoco tan grande como los de Barcelona. Hay vuelos a muchos destinos y todo funciona con mucha agilidad. Lo mejor de todo es que el área de restauración tiene muy buenos precios para lo que se suele ver en aeropuertos y cuenta con una buena oferta. Desde croissants rellenos de salchicha recién hechos a un euro y medio hasta solomillos por quince, aquí no pasaremos hambre.
Y volviendo a lo de llegar con el carrito hasta la habitación, el hotel en cuestión está a diez metros de la terminal y basta con cruzar la calle para llegar a él. Pertenece a la cadena hotelera francesa B&B y tiene habitaciones baratitas con aire acondicionado y baño. Hay TV con pantalla de plasma en cada dormitorio. Todo un hallazgo. Lo único que no compensa es contratar el desayuno, por el que cobran 6 euros y pico, teniendo en cuenta que por ese precio se comen cosas más ricas en la terminal. Se me olvidaba mencionar que en la recepción hay máquinas dispensadoras de bebidas a buen precio, es decir, Coca-Cola y cervezas de medio litro por menos de dos euros. La máquina de café da un producto pésimo.
Para pillar vuelos recurriremos a http://www.ryanair.com/ o http://www.wizzair.com/
En cuanto al hotel, podemos verlo y reservarlo en este enlace por menos dinero de lo que cuesta en la propia central de reservas del hotel.
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