La casa de la foto puede ser nuestra durante dos semanas a cambio de prestar la propia.
La crisis comienza a pasar factura y estimula la imaginación. Si echamos una ojeada a los precios de temporada alta nos daremos cuenta de que es una trastada que todo el mundo se vaya de vacaciones a la vez porque eso hace que la demanda sea brutal y los precios asciendan exponencialmente. Una vez en septiembre las tarifas se suavizan pero ya no es tan sencillo disponer de días de asueto para disfrutar las vacaciones.
Irse de hotel implica gastar en pensión alimenticia y marchar de apartamento presupone pagar por el alquiler, así que no estaría mal una fórmula que nos permitiera reducir gastos. Seguramente que el lector ha oído hablar de los intercambios de vivienda desde hace años; pues bien, se trata de una excelente fórmula de vacaciones que limita los gastos al mínimo, ya que nos ahorramos el alquiler y a partir de ahí el dinero que gastamos es el mismo que si estuviéramos en nuestra propia casa. Obviamente los hogares son sitios muy íntimos y privados para los españoles y no es tan sencillo dejar la casa en manos de desconocidos aunque vayamos a un alojamiento mejor que el que ofrecemos. Para eso está la opción de poner en intercambio las segundas residencias y además no necesariamente de manera simultánea, puesto que podemos ofrecer nuestra segunda vivienda en unas fechas y viajar en otras.
Internet ha facilitado enormemente la gestión de estos asuntos y hoy en día ya es posible negociar un intercambio de viviendas que nos facilita las vacaciones si no queremos arruinarnos.Las posibilidades son enormes y abarcan todo el mundo, por lo que un apartamento en Madrid puede cambiarse fácilmente por otro en París y una casa en Torrevieja puede transformarse en una villa cerca de Niza, por eso de ir variando cada año. Lo mismo que la multipropiedad pero sin ninguno de los inconvenientes.
Para ir viendo las ventajas del sistema podemos ir a http://www.intercambiocasas.com/, donde encontraremos una impresionante selección de alojamientos intercambiables. Naturalmente que hay que pagar una cuota anual, pero compensa. No siempre es sencillo que alguien quiera ir donde el lector viva ni tan fácil que tengan justo lo que buscamos, pero como hay muchos usuarios abiertos a todo, no es nada raro que un gallego viaje a Nueva York y el norteamericano acabe en Lugo.
Por mi parte voy a ir planteándome la opción para el año que viene. Por cierto que siempre podemos limitar partes de la casa poniendo cerradura o delimitar zonas de uso. Es curioso que muchas veces te ofrecen alojamiento para 8 o 10 personas y a cambio sólamente lo piden para dos. En ocasiones tendrás que alimentar al perro y al gato de la familia mientras que ellos lo harán por ti.
Hay gente jubilada que se pasa el año por todo el mundo a coste cero símplemente cediendo su vivienda y recorriendo países sin gastar casi nada.
La web de referencia es http://www.intercambiocasas.com/. Hay otras que se dedican a lo mismo pero ésta les gana por goleada.
Irse de hotel implica gastar en pensión alimenticia y marchar de apartamento presupone pagar por el alquiler, así que no estaría mal una fórmula que nos permitiera reducir gastos. Seguramente que el lector ha oído hablar de los intercambios de vivienda desde hace años; pues bien, se trata de una excelente fórmula de vacaciones que limita los gastos al mínimo, ya que nos ahorramos el alquiler y a partir de ahí el dinero que gastamos es el mismo que si estuviéramos en nuestra propia casa. Obviamente los hogares son sitios muy íntimos y privados para los españoles y no es tan sencillo dejar la casa en manos de desconocidos aunque vayamos a un alojamiento mejor que el que ofrecemos. Para eso está la opción de poner en intercambio las segundas residencias y además no necesariamente de manera simultánea, puesto que podemos ofrecer nuestra segunda vivienda en unas fechas y viajar en otras.
Internet ha facilitado enormemente la gestión de estos asuntos y hoy en día ya es posible negociar un intercambio de viviendas que nos facilita las vacaciones si no queremos arruinarnos.Las posibilidades son enormes y abarcan todo el mundo, por lo que un apartamento en Madrid puede cambiarse fácilmente por otro en París y una casa en Torrevieja puede transformarse en una villa cerca de Niza, por eso de ir variando cada año. Lo mismo que la multipropiedad pero sin ninguno de los inconvenientes.
Para ir viendo las ventajas del sistema podemos ir a http://www.intercambiocasas.com/, donde encontraremos una impresionante selección de alojamientos intercambiables. Naturalmente que hay que pagar una cuota anual, pero compensa. No siempre es sencillo que alguien quiera ir donde el lector viva ni tan fácil que tengan justo lo que buscamos, pero como hay muchos usuarios abiertos a todo, no es nada raro que un gallego viaje a Nueva York y el norteamericano acabe en Lugo.
Por mi parte voy a ir planteándome la opción para el año que viene. Por cierto que siempre podemos limitar partes de la casa poniendo cerradura o delimitar zonas de uso. Es curioso que muchas veces te ofrecen alojamiento para 8 o 10 personas y a cambio sólamente lo piden para dos. En ocasiones tendrás que alimentar al perro y al gato de la familia mientras que ellos lo harán por ti.
Hay gente jubilada que se pasa el año por todo el mundo a coste cero símplemente cediendo su vivienda y recorriendo países sin gastar casi nada.
La web de referencia es http://www.intercambiocasas.com/. Hay otras que se dedican a lo mismo pero ésta les gana por goleada.
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