Pues la mejor respuesta a la pregunta tiene tono gallego: "Depende". Ahora bien ¿de qué depende? Pues de ciertas variables. Para empezar hay que tener en cuenta que en este tipo de webs que cuentan con atractivas ofertas lo que nos venden no es una estancia reservada en firme sino un bono para canjearla en función de la disponibilidad del establecimiento, para lo cual deberemos contactar directamente. Eso quiere decir que a lo mejor no conseguimos usar el bono justo en las fechas en que queremos sino más bien cuando sea posible. Todo tiene un precio y aceptamos comprar el servicio a un precio inferior al habitual a cambio de algo, en este caso se trata de que quizás el bono acabe caducando porque nuestras posibilidades de viaje no coinciden con plazas libres en el hotel. Normalmente los bonos tienen una caducidad de seis meses. Me han chivado que hay hoteles tan tolerantes que aceptan bonos caducados como detalle de la casa, para que el cliente quede contento.
Esperemos que no haya ningún hotel caradura que haga overbooking y luego no acepte los bonos después de haberlos cobrado previamente. Las empresas comercializadoras tienen previstos estos casos para que no haya picaresca.
Curiosamente hay quien se presenta en el hotel directamente y sin reservar la estancia, argumentando que con la adquisición del bono hay que prestar el servicio porque sí. Cosas de no comprender lo que se está comprando. Las condiciones te las ponen bien claras.
Supongo que esto nos recuerda los famosos "bancoteles", que hicieron furor hace años y que se compraban de cinco en cinco. La caducidad en ese caso es de un año y hay muchos hoteles para elegir. En los casos de los que nos ocupamos, la elección se restringe a un solo lugar.
Para los hoteles que participan en esas promociones flash la actividad de Offerum, Lets Bonus, Colectivia, etc, resulta todo un salvavidas. Por un lado el hotel puede ingresar de golpe una importante cantidad de dinero (descontando la comisión de la agencia comercializadora) e ir prestando sus servicios en función de la demanda. De pronto los hoteles ya no cobran el día que marcha el cliente ni varios meses después (como ocurre con agencias tradicionales) sino semanas o meses antes. Ello permite ajustar los precios y proponer ofertas suculentas para el cliente. Es posible que muchos bonos acaben caducando sin ser disfrutados y ahí también hay mucho beneficio.
Seguro que el lector reconoce la conexión de este producto con las cajas regalo tipo Smartbox que se venden en las agencias de viajes. En esos casos los hoteles necesitan el bono para cobrar y además los precios tampoco tienen nada de especial.
¿Interesan estas webs para comprar alojamiento en hoteles? Pues volviendo al estilo gallego, según... Curiosamente muchas de ellas obligan al internauta a registrarse para recibir en su correo electrónico las ofertas, que caducan rápidamente. Otras, como Lets Bonus permiten ver de mano las ofertas sin tener que registrarse. Cuidadín porque en muchas ocasiones los bonos no tienen la típica caducidad de seis meses sino que sólo pueden usarse en periodos muy restringidos.
Lo delirante es que en ocasiones un hotel de Tarragona aparece visible sólo para los usuarios que afirman residir en Catalunya pero no sale en la pantalla de quien tiene Bilbao como ciudad de residencia.
Todo consiste en sopesar ventajas e inconvenientes para tomar decisiones. Es como elegir un tren con tarifa ventajosa a cambio de no escoger el horario sino adaptarse a los trenes que tienen muchas plazas vacías. Si con eso se ahorra una pasta, habrá que actuar en consecuencia.
¿Son auténticos chollos? No siempre, pero es imposible encontrar ofertas mejores para el mismo hotel y producto complementario. Puede que la oferta no sea más que aceptable, pero siempre es inmejorable por ningún otro canal. Para los que puedan viajar de domingo a jueves la compra es maestra.
Es de destacar que los hoteles le están echando atrevimiento e imaginación al asunto y se están vendiendo productos de muy alta calidad a precios impensables, todo gracias a estas webs.
Lo mejor es hacer la prueba a ver qué tal funciona el sistema, con toda confianza. A lo mejor nos hacemos adictos. Para escapadas de fin de semana el sistema funciona, aunque las noches de viernes y sábados están solicitadísimas. Para viajes que combinen varios hoteles la cosa se pone compleja.
Esperemos que no haya ningún hotel caradura que haga overbooking y luego no acepte los bonos después de haberlos cobrado previamente. Las empresas comercializadoras tienen previstos estos casos para que no haya picaresca.
Curiosamente hay quien se presenta en el hotel directamente y sin reservar la estancia, argumentando que con la adquisición del bono hay que prestar el servicio porque sí. Cosas de no comprender lo que se está comprando. Las condiciones te las ponen bien claras.
Supongo que esto nos recuerda los famosos "bancoteles", que hicieron furor hace años y que se compraban de cinco en cinco. La caducidad en ese caso es de un año y hay muchos hoteles para elegir. En los casos de los que nos ocupamos, la elección se restringe a un solo lugar.
Para los hoteles que participan en esas promociones flash la actividad de Offerum, Lets Bonus, Colectivia, etc, resulta todo un salvavidas. Por un lado el hotel puede ingresar de golpe una importante cantidad de dinero (descontando la comisión de la agencia comercializadora) e ir prestando sus servicios en función de la demanda. De pronto los hoteles ya no cobran el día que marcha el cliente ni varios meses después (como ocurre con agencias tradicionales) sino semanas o meses antes. Ello permite ajustar los precios y proponer ofertas suculentas para el cliente. Es posible que muchos bonos acaben caducando sin ser disfrutados y ahí también hay mucho beneficio.
Seguro que el lector reconoce la conexión de este producto con las cajas regalo tipo Smartbox que se venden en las agencias de viajes. En esos casos los hoteles necesitan el bono para cobrar y además los precios tampoco tienen nada de especial.
¿Interesan estas webs para comprar alojamiento en hoteles? Pues volviendo al estilo gallego, según... Curiosamente muchas de ellas obligan al internauta a registrarse para recibir en su correo electrónico las ofertas, que caducan rápidamente. Otras, como Lets Bonus permiten ver de mano las ofertas sin tener que registrarse. Cuidadín porque en muchas ocasiones los bonos no tienen la típica caducidad de seis meses sino que sólo pueden usarse en periodos muy restringidos.
Lo delirante es que en ocasiones un hotel de Tarragona aparece visible sólo para los usuarios que afirman residir en Catalunya pero no sale en la pantalla de quien tiene Bilbao como ciudad de residencia.
Todo consiste en sopesar ventajas e inconvenientes para tomar decisiones. Es como elegir un tren con tarifa ventajosa a cambio de no escoger el horario sino adaptarse a los trenes que tienen muchas plazas vacías. Si con eso se ahorra una pasta, habrá que actuar en consecuencia.
¿Son auténticos chollos? No siempre, pero es imposible encontrar ofertas mejores para el mismo hotel y producto complementario. Puede que la oferta no sea más que aceptable, pero siempre es inmejorable por ningún otro canal. Para los que puedan viajar de domingo a jueves la compra es maestra.
Es de destacar que los hoteles le están echando atrevimiento e imaginación al asunto y se están vendiendo productos de muy alta calidad a precios impensables, todo gracias a estas webs.
Lo mejor es hacer la prueba a ver qué tal funciona el sistema, con toda confianza. A lo mejor nos hacemos adictos. Para escapadas de fin de semana el sistema funciona, aunque las noches de viernes y sábados están solicitadísimas. Para viajes que combinen varios hoteles la cosa se pone compleja.
Comentarios
No vuelvo a comprar bonos. Prefiero mirar ofertas en Trivago, Booking y otros...