Para moverse por el mundo hay que ir documentado. El DNI nos permite movernos agusto por la Unión Europea y Suiza, pero para otros destinos se hace imprescindible el pasaporte, en el cual nos sellarán la entrada y salida del país. Hay quien tiene pasaportes atiborrados de sellos que atestiguan sus experiencias viajeras.
El DNI nos resulta imprescindible para subir a un avión, ya que es prueba de nuestra identidad y el pasaporte es aparatoso como para llevarlo en una cartera. La pérdida de documentos puede suponernos una grave trastada si de pronto nos encontramos indocumentados en Bratislava o en Buenos Aires. Probablemente puedas volver en autobús a casa desde un país europeo, si no puedes embarcar en un avión, pero la cosa se complica si estás en otro continente, e incluso podrías tener problemas para entrar en tu propio país. De estos temas se han hecho películas y todo.
Para que nada pueda pertubarnos, mi consejo es viajar con doble documentación, algo que no está al alcance de todos los ciudadanos del mundo, pero sí de los españoles. Para ello recomiendo llevar DNI y también pasaporte. Bastará con llevarlos en lugares diferentes para que si por azar se produce un robo o un olvido, tengamos identificación a mano disponible.
Así de sencillo, sólo hay que vencer la vagancia para ir a renovar o solicitar por primera vez el pasaporte, que te lo dan enseguida y sirve de mucho.
Aquí tenemos abundante información sobre el pasaporte.
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