Desde hace un tiempo nos hemos encontrado con que los viajes en avión se han complicado a causa de las nuevas medidas de seguridad. Se acabó pasar por los controles con el neceser o la botella de agua mineral. Una vez superado dichos controles ya podemos subir al avión con dos litros de lejía o un bidón de suavizante, aunque eso no lo venden en las tiendas del aeropuerto, de hecho, es más fácil comprar bebidas de alta graduación que agua mineral. Últimamente ya cuesta menos pagar un refresco a bordo que llevarlo de la cafetería o del duty free.
De momento se han hecho esfuerzos para eliminar las restricciones que tanto nos joroban y que obligan a llevar los líquidos en pequeños envases. A mi me encantaba llevar una botella bien grande para ir refrescando la garganta durante el viaje, a un coste de 30 céntimos el litro de agua mineral. También era cómodo llevar el neceser en el portaequipajes o bien todo el equipaje directamente sin facturar. Los buenos tiempos se acabaron y de momento seguiremos jorobándonos. Todo sobre los intentos de la Eurocámara para mejorar la situación en este enlace.
De momento se han hecho esfuerzos para eliminar las restricciones que tanto nos joroban y que obligan a llevar los líquidos en pequeños envases. A mi me encantaba llevar una botella bien grande para ir refrescando la garganta durante el viaje, a un coste de 30 céntimos el litro de agua mineral. También era cómodo llevar el neceser en el portaequipajes o bien todo el equipaje directamente sin facturar. Los buenos tiempos se acabaron y de momento seguiremos jorobándonos. Todo sobre los intentos de la Eurocámara para mejorar la situación en este enlace.
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