Lo de tomarse un whisky tranquilamente en una cafetería podría tener los días contados dentro de unos años si seguimos envueltos en la espiral de decisiones de gobierno políticamente correctas que tan de moda están desde hace poco.
Digo que el gobierno "podría", usando el condicional, porque la decisión estaría en su manos si les apeteciera a los que rigen nuestros destinos. Los datos no mienten y el 40% de los accidentes de tráfico están provocados por el consumo de bebidas alcohólicas. Curiosamente hasta un 25% de los accidentes de trabajo tienen el alcohol como causa, lo que llama poderosamente la atención.
En España mueren anualmente 13500 personas por alcoholismo .
Argumentos no le sobran al Gobierno en su posible futura cruzada contra el alcohol. Los efectos negativos de la ingesta de alcohol están sobradamente demostrados y la supresión de las bebidas alcohólicas permitiría que disminuyeran los accidentes, la violencia doméstica, las depresiones y el gasto sanitario. Naturalmente los españoles podrían morirse sanísimos y no como ahora.
Un escenario muy posible sería el siguiente:
Inicialmente se limitaría el consumo de bebidas alcohólicas en la hostelería, comenzando por una fase de transición en la cual se permitiría a los propietarios elegir si en su negocio se bebe o no. Una vez confirmado el fracaso de la anterior medida se procedería a separar obligatoriamente habitáculos reservados para bebedores de alcohol, de modo que nadie tenga que oler el aliento de los bebedores y soportar sus posibles comportamientos. Como es obvio que la medida no tendría gran éxito habría que cortar por lo sano e implantar la prohibición total. No es necesario beber alcohol para pasarlo bien y el que quiera beber que lo haga en casa. De cara a evitar los botellones se establecería una legislación con penas de prisión o arresto domiciliario.
Seguramente que el ministro de Sanidad de turno argumenta que las medidas no van a perjudicar a la hostelería y que se podrán vender otras bebidas, preferentemente ecológicas y orgánicas. La prohibición de los refrescos con gas sería cuestión de tiempo. El café y el té, con sus perniciosos efectos sobre la hipertensión serían objeto de una nueva prohibición una vez eliminada la Coca Cola por no aportar nada beneficioso.
Como no es descartable que se siga consumiendo alcohol clandestinamente se prohibirá la existencia de bares y cafeterías en los clubs privados.
La desaparición del alcohol de las estanterías de los supermercados sería paulatina y comenzando por las bebidas espirituosas para terminar definitivamente con el vino, dedicando las actuales superficies de viñedos a plantaciones destinadas a los combustibles ecológicos. Se trataría de una importante reconversión en beneficio de los ciudadanos y en pro de un mundo mejor y más sostenible. Dos tercios de la población mundial no toman vino y no les pasa nada.
Como no sólo las bebidas alcohólicas perjudican la salud, es previsible que en un horizonte más bien cercano sean reguladas por ley las cartas de los restaurantes, con el objetivo de reducir el colesterol en la población española. Se limitaría por decreto el tamaño de las raciones y la cantidad de calorías, induciendo a un consumo responsable y muy saludable. Por supuesto que los cadáveres españoles serían nuevamente los más sanos del mundo. Seguramente viviremos más años y no sé si mejor o para qué. http://todohosteleria.blogspot.com
Mientras los españoles andan por los bares no se culturizan y habría que alcanzar un nivel europeo.
Todo esto empezó con la ley del tabaco. Hay una serie de personas que cuando algo no les gusta exigen que se prohiba en lugar de no consumirlo. Después del tabaco vendrá el alcohol y luego la alimentación y antes de 2100 toda la vida privada.
Comentarios
Que alguien se tome 8 coñacs seguidos ó se coma 7 hamburguesas a mi salud no le afecta, pero que se fume un cigarrillo a mi lado sí porque me está envenenando.
Y no nos olvidemos de los cientos de miles de trabajadores de la hostelería que tienen que soportar el humo de los clientes y ver notablemente empeorada su salud. Eso es inaceptable.
No hay vuelta atrás.
En toda Europa excepto España e Inglaterra los centros de trabajo tienen zonas para fumadores y en la mayor parte de paises los establecimientos de hostelería pueden crear áreas para fumadores separadas y ventiladas.
Lo que defiendo es fumar donde no se moleste a nadie.
Me gustaría saber tu opinión sobre si el alcohol podría ser objeto de limitaciones rigurosas en el futuro.
Repito: el tabaco se va a prohibir en lugares públicos cerrados porque es perjudicial el humo para los no fumadores y los
trabajadores de hostelería.
Por cierto, ¿no debería ir este post en el blog de Hostelería?.