El aeropuerto de Stansted se halla a 55 kilómetros de Londres y es la base operativa de la mayor parte de aerolíneas de bajo coste, sobre todo Ryanair y Easyjet. Naturalmente los costes de trabajar en un aeropuerto tan periférico son más bajos y por eso las tarifas aéreas a veces son tan baratas. Además de numerosos servicios de autobús, la conexión más rápida se efectúa por tren, en unos 45 minutos a la estación de Liverpool Street, no muy céntrica pero bien comunicada con otras zonas de la ciudad.
Hacer 55 km en 45 minutos no es precisamente una hazaña y el apodo de express le queda bastante grande al tren, que es corrientito y los propietarios de la empresa ferroviaria evitan mostrarlo en la web para no desanimarnos; de hecho, las unidades que realizan el servicio tienen una calidad manifiestamente mejorable.
Por si fuera poco, la broma sale por 26 libras ida y vuelta, que son 29 eurazos del ala, 10 libras por encima de los servicios de autobús. Lo que sí tenemos claro con el tren es un tiempo de viaje previsible y que no depende de los atascos de la autopista. Que conste que si vamos al aeropuerto en bus y se ve atrapado en un atasco, los aviones no van a esperar; de todos modos el tren ya ha sufrido averías y se ha quedado tirado en medio de la nada con resultados parecidos. A pesar de todo, la fiabilidad del tren es mayor y por eso quizás merezca la pena utilizarlo a pesar de un escandaloso precio, superior a lo que cuesta ir de Irún a París en tren de alta velocidad en un recorrido de 800 km (a precios promocionales).
El tren sale de Stansted y hace una parada en Tottenham Hale donde se conecta con el metro para finalizar su recorrido en la estación de Liverpool Street donde hay abundante transporte público. ¿Merece la pena? Pues sí. No vale el truco de ir a Londres en bus y volver en tren porque los precios de sólo ida son poco favorables, aunque cada uno es libre de montarselo en su estilo.
Los billetes salen más baratos comprándolos online en http://www.stanstedexpress.com/ , con versión en español y todo. Curiosamente todavía los encontramos más baratos en el mismo avión. Una pasta, ciertamente, pero el confort tiene un precio. Lo gracioso es cuando sustituyen un tren por un bus y pagas por lo que no recibes, que ya me ha pasado. Lo de ir en primera clase no compensa ni en broma. El tren en sí es de lo más mediocre que he visto en Europa y el viaje debería hacerse en media hora, pero es lo que hay, desde las cuatro de la mañana hasta la medianoche y con trenes cada quince minutos, de considerable longitud y con un interiorismo cuando menos extraño, fruto de sucesivas remodelaciones de material antiguo.
En fin, se trata de traslados entre aeropuerto y ciudad con un mínimo de seguridad para llegar a tiempo a coger el avión de vuelta a casa y para eso el tren cumple sobradamente.
Hacer 55 km en 45 minutos no es precisamente una hazaña y el apodo de express le queda bastante grande al tren, que es corrientito y los propietarios de la empresa ferroviaria evitan mostrarlo en la web para no desanimarnos; de hecho, las unidades que realizan el servicio tienen una calidad manifiestamente mejorable.
Por si fuera poco, la broma sale por 26 libras ida y vuelta, que son 29 eurazos del ala, 10 libras por encima de los servicios de autobús. Lo que sí tenemos claro con el tren es un tiempo de viaje previsible y que no depende de los atascos de la autopista. Que conste que si vamos al aeropuerto en bus y se ve atrapado en un atasco, los aviones no van a esperar; de todos modos el tren ya ha sufrido averías y se ha quedado tirado en medio de la nada con resultados parecidos. A pesar de todo, la fiabilidad del tren es mayor y por eso quizás merezca la pena utilizarlo a pesar de un escandaloso precio, superior a lo que cuesta ir de Irún a París en tren de alta velocidad en un recorrido de 800 km (a precios promocionales).
El tren sale de Stansted y hace una parada en Tottenham Hale donde se conecta con el metro para finalizar su recorrido en la estación de Liverpool Street donde hay abundante transporte público. ¿Merece la pena? Pues sí. No vale el truco de ir a Londres en bus y volver en tren porque los precios de sólo ida son poco favorables, aunque cada uno es libre de montarselo en su estilo.
Los billetes salen más baratos comprándolos online en http://www.stanstedexpress.com/ , con versión en español y todo. Curiosamente todavía los encontramos más baratos en el mismo avión. Una pasta, ciertamente, pero el confort tiene un precio. Lo gracioso es cuando sustituyen un tren por un bus y pagas por lo que no recibes, que ya me ha pasado. Lo de ir en primera clase no compensa ni en broma. El tren en sí es de lo más mediocre que he visto en Europa y el viaje debería hacerse en media hora, pero es lo que hay, desde las cuatro de la mañana hasta la medianoche y con trenes cada quince minutos, de considerable longitud y con un interiorismo cuando menos extraño, fruto de sucesivas remodelaciones de material antiguo.
En fin, se trata de traslados entre aeropuerto y ciudad con un mínimo de seguridad para llegar a tiempo a coger el avión de vuelta a casa y para eso el tren cumple sobradamente.
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