
Cuando duermes en un buen hotel no sueles tener problemas con las almohadas pero en cuanto baja un poco el nivel, lo de dormir cómodamente no es tan sencillo y muchas veces acabamos doblando la almohada sobre sí misma para coger postura. En ocasiones hallaremos un par de almohadas en el armario y también podemos pedir otra a la camarera de piso, pero si nos encontramos en uno de esos hoteles de bajo coste como los que abundan por Francia, no esperes que te vayan a dar otra almohada porque te dirán que tienes bastante con lo que hay. Así que o bien te lo llevas de casa o paras en un hipermercado a comprarlo. Me pasó que fui a un hotel de la cadena B&B, con aire acondicionado y wifi gratis pero sin posibilidad de obtener una almohada suplementaria. Así pues, tuve que gastar cinco euros en un Carrefour para conseguir un cojín que me facilitara el sueño. La próxima vez llevo uno de casa en el coche.
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