Por supuesto que no siempre. Me explico. Si después de 300 críticas queda claro que un hotel tiene buena nota, tanta gente no pueda estar equivocada; lo mismo sucede si al establecimiento le sacan las vergûenzas y todo el mundo dice lo mismo sobre el desayuno o el parking y la puntuación es baja.
Ahora bien, cuando hay más bien pocas opiniones, lo mejor es desconfiar de mano, ya que yo mismo he experimentado ciertos desencantos en hoteles que tenían críticas magníficas. Una cantidad limitada de opiniones no es fiable. Hay que esperar a que el hotel cuente con un número significativo de comentarios de muy variadas procedencias.
No me fío nada de Tripadvisor, principalmente porque ni siquiera hace falta haber estado en un hotel para decir lo que se quiera. Pero incluso en portales de reservas puede haber cierta picaresca. Basta con que una cierta cantidad de amiguetes del hotelero hagan una reserva para que se les permita opinar y poner por las nubes al hotel; eso cuesta dinero al hotel, porque tiene que pagar la comisión a la agencia incluso no habiendo ingresado nada. Lo mismo puede ocurrir si queremos desprestigiar a un hotel, aunque en ese caso la broma sale mucho más cara porque hay que pernoctar de verdad. En Tripadvisor es gratis poner a parir a cualquiera y en una web de reservas ya hay que pasar por caja. La diferencia es que en Tripadvisor el hotelero puede responder y en una página de agencia no.
Así pués recomiendo no fiarse de opiniones muy favorables pero escasas. Ojito porque normalmente no todas las habitaciones de un hotel son igual de buenas y no todo el mundo ha pagado lo mismo. El que ha desembolsado cien euros puede exigir algo más que el que ha pagado cincuenta. Curiosamente los portugueses son muy duros con los hoteles de su país y los franceses implacables con los de cualquier otro que no sea el suyo, como si estuvieran para dar lecciones de hotelería. Los ingleses son extremadamente exigentes aunque muy justos y los españoles hacemos bueno el dicho de que las opiniones son como los culos y todo el mundo tiene una.
Insisto, más vale un 7.5 después de 200 opiniones que un 8.5 tras un par de docenas de clientes que han comentado su estancia.
Ahora bien, cuando hay más bien pocas opiniones, lo mejor es desconfiar de mano, ya que yo mismo he experimentado ciertos desencantos en hoteles que tenían críticas magníficas. Una cantidad limitada de opiniones no es fiable. Hay que esperar a que el hotel cuente con un número significativo de comentarios de muy variadas procedencias.
No me fío nada de Tripadvisor, principalmente porque ni siquiera hace falta haber estado en un hotel para decir lo que se quiera. Pero incluso en portales de reservas puede haber cierta picaresca. Basta con que una cierta cantidad de amiguetes del hotelero hagan una reserva para que se les permita opinar y poner por las nubes al hotel; eso cuesta dinero al hotel, porque tiene que pagar la comisión a la agencia incluso no habiendo ingresado nada. Lo mismo puede ocurrir si queremos desprestigiar a un hotel, aunque en ese caso la broma sale mucho más cara porque hay que pernoctar de verdad. En Tripadvisor es gratis poner a parir a cualquiera y en una web de reservas ya hay que pasar por caja. La diferencia es que en Tripadvisor el hotelero puede responder y en una página de agencia no.
Así pués recomiendo no fiarse de opiniones muy favorables pero escasas. Ojito porque normalmente no todas las habitaciones de un hotel son igual de buenas y no todo el mundo ha pagado lo mismo. El que ha desembolsado cien euros puede exigir algo más que el que ha pagado cincuenta. Curiosamente los portugueses son muy duros con los hoteles de su país y los franceses implacables con los de cualquier otro que no sea el suyo, como si estuvieran para dar lecciones de hotelería. Los ingleses son extremadamente exigentes aunque muy justos y los españoles hacemos bueno el dicho de que las opiniones son como los culos y todo el mundo tiene una.
Insisto, más vale un 7.5 después de 200 opiniones que un 8.5 tras un par de docenas de clientes que han comentado su estancia.
Comentarios
Lo que no me fío es de la putuación. Prefiero leer los comentarios.
Es sorprendente la importancia que dan los anglosajones al trato recibido en recepción y he visto opiniones de hoteles que los ponen bien pero por una atención mala para ellos, en recepción, le dan una nota baja al hotel.
De todas formas, las tengo en cuenta pero nunca deciden mi elección porque además esto suele ser subjetivo.
Y también es verdad que cuando alguien después de un viaje si comenta un hotel es porque su opinión es mala y quiere desahogarse. Si es buena, pocos comentan