En Dinamarca parece que ya no huele a podrido, pero los muy cabezones siguen usando su puñetera corona danesa, con lo cómodo que es el euro, más que nada para obligarnos a hacer cálculos mentales o con la calculadora del móvil para saber cuánto valen las cosas. Digamos que por un euro te dan siete coronas y media, poco más o menos. Este es uno de esos paises que te obligan a gastar todo el dinero antes de volverte a casa con monedas que no te van a cambiar o billetes cuyo cambio comporta comisiones.
Dicen que Dinamarca es un país de alto coste y supongo que será verdad, que en esos sitios a mi no me pillan, pero para el que quiera ir, que sepa que ahora tienen una minicadena de hostelería económica. No se trata de una cadena tradicional ni de hotelería estandarizada ni tampoco van de enlatar a gente en espacios casi imposibles en plan Easyhotel. Los hoteles Cab Inn se inspiran en las cabinas y camarotes de los cruceros para ofrecer buen precio y cierta cantidad de espacio razonables para individuales, parejas o familias.
Por lo que vemos en las fotos hay un auténtico refrito de tipos de habitación y los precios van de los 70 a los 120 euros por habitación. El desayuno buffet sale a 7 euros. No está mal para ser Dinamarca. Dicen que allí tienen la categoría de tres estrellas. En España o Portugal no pasarían de una.
No se trata de hoteles de extrarradio ni de esos que funcionan con cajero automático. Aquí hay personal las 24 horas. Por cierto que de fumar, nada de nada.
Su web es algo liante de usar y el diseño del logo parece hecho por el sobrino del propietario, que saca buenas notas en Plástica de sexto de primaria. No obstante, como lo que primamos en este blog son los buenos precios, aquí tienen publicidad gratis los dueños de estos negocios y también información privilegiada los lectores del blog.
Son unos poquitos hoteles pero en los sitios más populares, como Copenhage, Aarhus (esa ciudad que siempre está la primera en las listas de aeropuertos) y Odense, que no está en Gadicia.
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